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3 de mayo del 2022 | Salmos 111–112
En el hebreo original, los Salmos 111 y 112 son acrósticos alfabéticos. Cada línea comienza con una letra del alfabeto hebreo de la A a la Z. Esta estructura comunicaba la idea de integridad. El salmista quería alabar a Dios de la A a la Z.
Los Salmos 111 y 112 comienzan con “Aleluya”, que significa “¡alabado sea el Señor!” El Salmo 111 reflexiona sobre las obras poderosas de Dios de la Biblia, pero especialmente sobre la liberación de Israel de Egipto. Dios proveyó maná y codornices para que comieran (v. 5). Era “clemente y compasivo” (v. 4). Ya que Dios ha sido fiel, podemos confiar en Su palabra (v. 7). El salmista nos recuerda que “el principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR” (v. 10). La palabra temor aquí no significa terror o susto. Más bien se refiere a confiar en el Señor y obedecer Sus mandamientos. Recordar lo que Dios ha hecho debe llevarnos a confiarle nuestra vida en el presente.
El Salmo 112 retrata a alguien que ha decidido vivir en el temor del Señor (v. 1). La vida y el carácter de esta persona están modelados conforme a Dios. Son “clementes y compasivos” con los demás (v. 4). Se deleitan en la palabra de Dios (v. 1). Debido a su firme confianza en el Señor, no temen las pruebas. Pueden tomar las malas noticias con calma (v. 7). Son generosos con los pobres (vv. 5, 9). Por eso, tendrán “abundantes riquezas” y victoria sobre sus adversarios (vv. 3, 8). Mientras que algunos experimentarán prosperidad económica, para muchos esta promesa solo se cumplirá con el regreso de Cristo. En ese momento, los que confían en el Señor serán vindicados y “¡La ambición de los impíos será destruida!” (v. 10).
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POR RYAN COOK |
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Ryan Cook es profesor asociado de Antiguo Testamento y Hebreo en Moody Theological Seminary. Ha trabajado en el campo de la educación cristiana y fue pastor en Michigan durante siete años. Ryan, su esposa Ashley y sus tres hijos residen en el noroeste de Indiana.
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