Noemí y Rut: Por generaciones

Paul Harvey era un locutor de radio norteamericano conocido por su buen humor, patriotismo y sentido común. Se le conocía por que en sus transmisiones presentaba hechos poco conocidos sobre diversos temas y concluía con su famoso lema: “Y ahora ya sabes . . . el resto de la historia”.

En el pasaje de hoy, aprendemos el resto de la historia de Noemí y Rut. Booz tomó a Rut como esposa y ella concibió un hijo, aparentemente con bastante rapidez. Después de diez años de esterilidad en Moab, Rut dio a luz un hijo. Las mismas mujeres que una vez dieron la bienvenida a Noemí de regreso a Belén ahora alabaron al Señor debido a ella. Él fue quien le permitió a Rut concebir. Fue Él quien proporcionó al pariente–redentor. Él era quien renovaría y sostendría la vida. Él era quien debía hacerse famoso.

No solo eso, sino que las mujeres basaron su convicción en la relación amorosa de las mujeres (v. 15). Rut ama a Noemí, dijeron, incluso más que siete hijos. El término aquí traducido como “amor” en realidad no es hesed, pero apunta al mismo compromiso de pacto que se ha expresado a lo largo de la historia.

La imagen final es la de Noemí, sosteniendo y amamantando a su nieto. Nuestras preguntas tienen respuesta. Su anhelo fue satisfecho. Ella ya no estaba vacía. Sus brazos y su corazón estaban llenos. ¡Pero eso no es todo! El libro termina con la genealogía que va desde Obed hasta David. ¡De la línea de David vendría el mismo Mesías!

El hesed mostrado por Rut, Noemí y Booz tuvo implicaciones profundas, no solo para su vida, sino también para la nación de Israel por muchas generaciones por venir. Debido a su amor, sacrificio y obediencia, las generaciones futuras recibirían la bendición de Dios.

• ¡Qué profunda verdad! Considera las formas en que el hesed se te ha pasado de generaciones anteriores y cómo puedes pasarlo a las generaciones futuras. ¿Cómo puedes dar a conocer a Dios a través de tus demostraciones de amor hesed?