Noemí y Rut: ¡Justo a tiempo!

Hay un momento en la mayoría de las grandes historias en el que parece que toda esperanza se ha perdido. Justo cuando el personaje principal está a punto de lograr el éxito, las cosas parecen desmoronarse. A menudo, esto viene acompañado de un elemento sorpresa. Mientras Rut se apresuraba a compartir las buenas nuevas con Noemí, Booz se dirigió al pueblo para sentarse en la puerta. La forma en que reunió a diez ancianos demuestra que estaba dispuesto a reafirmar su compromiso legal.

La NVI introduce lo siguiente de esta manera: “tal como apareció el guardián–redentor que él había mencionado . . .” Esto es similar a la expresión “justo entonces” en Rut 2:4. La elección de palabras sugiere la ironía del momento y la providencia de Dios en acción. Una forma importante en la que Dios muestra Su soberanía es cómo permite todas las cosas en Su tiempo, desde los eventos mundiales a gran escala hasta los detalles más pequeños de nuestras vidas.

Rut 4:3–4 registra el punto donde “toda esperanza se ha perdido” para Noemí y Rut, aunque no están presentes en la escena. Booz le dice al pariente más cercano acerca de la tierra de Noemí: “Consideré que debía informarte del asunto” (v. 4). Este hombre era el primero en la fila.

Entonces, el guardián–redentor accede a redimirla (v. 4). ¡¿Espera, qué?! ¡No es así como se supone debe ir la historia! Pero Booz le recuerda la otra parte de la responsabilidad: Rut. Según Deuteronomio 25:5–10, ninguno de los dos estaba legalmente obligado a casarse con ella. Esto sería voluntario. Pero tal matrimonio hablaría haría referencia el espíritu de la ley. Representaría un cumplimiento moral, si no legal. Rápidamente, se reveló el verdadero carácter del pariente más cercano, y él retiró su reclamo. Aquí no había hesed. Booz ahora era libre de actuar y se comprometió legalmente a ser el pariente redentor (goel) de la familia. Todos los presentes bendijeron la unión.

• ¿Has experimentado alguna vez la providencia de Dios “justo a tiempo”? Ver cómo Dios ha trabajado en nuestro pasado nos anima a confiar en Su provisión para nuestro futuro.