This site uses cookies to provide you with more responsive and personalized service and to collect certain information about your use of the site. You can change your cookie settings through your browser. If you continue without changing your settings, you agree to our use of cookies. See our Privacy Policy for more information.
30 de noviembre del 2021 | Miqueas 7:18–20
En los versículos finales de su libro, Miqueas, el profeta hace una pregunta: “¿Qué Dios hay como tú?” (v. 18). Su pregunta es en realidad un juego de palabras, ya que el nombre de Miqueas en hebreo significa “¿Quién es como Yahweh?”
El mensaje de Miqueas ha estado lleno de discusiones sobre el juicio y la misericordia de Dios que comenzaron con la “la palabra del SEÑOR” (Miqueas 1:1). ¿Concluimos con una reflexión de adoración sobre la naturaleza de este Dios “que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar” (v. 18). Dios desea que Su pueblo camine en relación con Él.
“¿Qué Dios hay como tú?” (v. 18). Los lectores de Miqueas ya sabían la respuesta. No había ningún Dios como este; el Señor había permanecido fiel. Había retirado Su ira y se deleitaba en mostrar misericordia. De este lado de la cruz, tenemos una comprensión aún más profunda de las últimas palabras de Miqueas. A través de la muerte y resurrección de Jesucristo, se nos ha dado el regalo supremo: el perdón del pecado y la seguridad del perdón (ver Efesios 1:7).
Al cerrar este estudio, te invitamos a reflexionar sobre la fidelidad del Señor en dos áreas: las Escrituras y tu propia historia. Primero, Miqueas ilustró su mensaje con imágenes de la fidelidad de Dios que se han registrado en las Escrituras. Estas historias nos muestran quién es Dios por lo que ha hecho. En segundo lugar, Miqueas vivió y predicó en un período particular de la historia cuando Dios estaba activo en la vida de Su pueblo. Dios no solo había sido fiel en el pasado, sino que también fue fiel en el presente de Miqueas. Considera cómo Dios ha estado activo en tu propia vida, guiándote y dirigiéndote mientras buscabas, o incluso no buscabas, vivir en una relación correcta con Él.
|
|
|
|
POR RUSSELL MEEK |
|
Russell Meek enseña Antiguo Testamento y Hermenéutica en Moody Theological Seminary. Es columnista de la revista Fathom y escribe prolíficamente, tanto para lectores laicos como académicos, sobre temas de la vida cristiana basados en el Antiguo Testamento. El, su esposa y sus tres hijos viven en el norte del estado norteamericano de Idaho, donde disfruta de la jardinería, la cocina y la naturaleza. |