El avance del evangelio

Algunas iglesias se acercan al ministerio como si estuvieran planeando una campaña de mercadotecnia. Hablan de plataformas y de como mejor posicionarse. Usan las redes sociales para crear una imagen pública positiva. Creen que cuanta más gente sepa acerca de la iglesia, mejor será su imagen y serán más exitosos.

Quizás por eso la estrategia de Dios con el apóstol Pablo parece incomprensible para muchos de nosotros hoy. También desconcertó a los filipenses. ¿Qué estaba pensando Dios? ¿Qué cosa buena podría resultar del encarcelamiento de Pablo? En el v. 12, el apóstol señala que el efecto del confinamiento fue el opuesto al que uno esperaría. En lugar de dañar la reputación de Pablo y obstaculizar la propagación del evangelio, su mensaje fue escuchado por “toda la guardia del palacio” (v. 13). Este comentario sugiere que Pablo fue encarcelado en Roma.

Las circunstancias de Pablo también tuvieron un efecto inesperado en otros que proclamaron el evangelio. En lugar de asustarlos, los hizo audaces. Se volvieron aún más confiados para hablar. Quizás lo más impactante que Pablo dice aquí es su observación de que algunos predicaron con motivos egoístas. Como algunas iglesias de hoy, se acercaron al ministerio como si fuera una competencia. El hecho de que Pablo pudiera alegrarse por el hecho de que “se predica a Cristo” sugiere que, aunque actuaron con motivos impuros, no estaban predicando doctrinas falsas (v. 18).

El evangelio sigue siendo el evangelio, incluso cuando quienes lo proclaman actúan de manera indigna. Al decir esto, Pablo no descartaba la importancia del carácter. En cambio, expresa su confianza en la capacidad de Dios para lograr Su propósito a pesar de las fallas de quienes lo representan. Pablo pudo haber estado encadenado, pero el evangelio nunca podría estar atado.

• ¿Sientes que tus circunstancias se interponen en el camino de tu utilidad para Dios? Recuerda que Él es el Dios de tus circunstancias tanto como Él es el Dios de tu salvación. Dios te ha puesto allí para glorificar a Cristo. Déjale los resultados a Él.