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12 de febrero del 2022 | Filipenses 2:14–16
La mayoría de nosotros estará de acuerdo en que el conflicto es difícil de evitar. Pero en el último año o dos, el estrés de la pandemia pareció aumentar el número de discusiones que tenemos. Se están desatando peleas en aviones, escuelas, supermercados y lugares de trabajo. Incluso las familias informan de un aumento de los conflictos, como resultado de pasar tanto tiempo juntos.
En la lectura de hoy, Pablo llama a los creyentes a hacerlo “todo sin quejas ni contiendas” (v. 14). Si bien a veces nuestras quejas están dirigidas a Dios, en este caso, Pablo está hablando de problemas entre creyentes. A veces, las quejas se centran en las tensiones entre ellos, como cuando los creyentes helenistas de la iglesia de Jerusalén se quejaron contra los creyentes hebreos porque se pasaba por alto a sus viudas en la distribución diaria de alimentos (Hechos 6:1).
Pablo también advierte sobre el peligro de discutir. Aunque la palabra griega es de donde obtenemos la palabra diálogo, una discusión razonable no es lo que preocupaba a Pablo. Habla de debates inútiles y argumentos hostiles. Pablo no está diciendo que los cristianos nunca puedan estar en desacuerdo o hablar sobre sus diferencias. Le preocupa cómo estamos en desacuerdo. Ya que los miembros de la iglesia están conectados en Cristo, manejamos nuestros desacuerdos de manera diferente a la sociedad. La gracia de Dios marca la diferencia.
Lamentablemente, este no es siempre el caso (razón por la cual Pablo emite el mandato). En esta era de argumentación, cuando a menudo anunciamos nuestras diferencias en las redes sociales, los cristianos suelen no sonar muy diferentes de aquellos que Pablo describe como “una generación torcida y depravada” (v. 15). Es posible que no podamos evitar tener diferencias entre nosotros, pero podemos tener cuidado de como manejamos los desacuerdos.
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POR EL DR. JOHN KOESSLER |
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El Dr. John Koessler, fue profesor emérito del Instituto Bíblico Moody, en el departamento de Teología Aplicada y Ministerio Eclesial. John y su esposa, Jane, viven en el estado de Michigan. Escritor prolífico, los libros del Dr. Koessler incluyen Dangerous Virtues: How to Follow Jesus When Evil Masquerades as Good (Moody Publishers), The Radical Pursuit of Rest (InterVarsity), The Surprising Grace of Disappointment (Moody) y True Discipleship (Moody). John es también uno de los editores y columnistas de Today in the Word. |