Conocer a Cristo

Los científicos creen haber identificado la parte de nuestro cerebro que responde a rostros familiares. Un área conocida como región temporal puede estar relacionada con la forma en que reconocemos rostros. Quizás esto es lo que nos permite conocer a las personas cuando las vemos.

Pablo habla de su deseo de “conocer” a Cristo en el pasaje de hoy, pero esto significa más que simplemente reconocer Su rostro. Antes de ese fatídico día en el camino a Damasco, el apóstol conocía hechos acerca de Jesús. Pero como creyente, Pablo llegó a conocer a Jesús como el Cristo de una manera personal. Su vida se transformó.

En el versículo 10, Pablo se enfoca en dos partes de la obra salvadora de Cristo, Su muerte y resurrección, pero en orden inverso. Primero, habla del “poder que se manifestó en su resurrección”. La resurrección de Cristo es prueba de que Dios aceptó el sacrificio de Cristo por nosotros. Jesús “fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación” (Romanos 4:25). La resurrección de Cristo es la fuente de nuestro poder espiritual. El mismo Espíritu Santo que resucitó a Jesús de entre los muertos es el que nos da poder para vivir la vida cristiana (Romanos 8:11).

Cuando Pablo dice que su ambición es lograr “de alguna manera” la resurrección de los muertos en el v. 11 (PDT), no quiso decir que no estaba seguro de si sería resucitado de los muertos, estaba enfatizando su determinación de vivir en Cristo. La ambición de Pablo era vivir la nueva vida que Cristo dio a través de Su muerte y resurrección. Debido a la muerte de Cristo, Pablo pudo decir no al impulso del pecado, así como la resurrección del Salvador le dio poder para obedecer a Dios. Conocer a Cristo implica mucho más que simplemente comprender los hechos. Conocer a Cristo es vivir en el poder de Su resurrección.

• Hoy encontrarás oportunidades, enfrentarás luchas y experimentarás tentación. La pregunta que tienes ante ti no es si el poder de Dios estará presente en esos momentos, ¡sino si confiarás o no en él!