Crecer en santidad

Durante muchos años tuve una relación de amor y odio con el pasaje de la Escrituras de hoy. La parte del “amor” se relaciona con la prueba, la perseverancia, la madurez y la sabiduría. Eso tenía sentido para mí. La parte de “odio” se relacionaba con la primera línea, “tened por sumo gozo” (v. 2 LBLA). “¿En serio?” Pensé. “¡Es mucho pedir!”

No obstante, la Palabra de Dios dice lo que dice. Entonces, ¿cómo se desarrolla el proceso espiritual de aprender y crecer en estos versículos? Si bien la palabra “aprender” no se usa aquí, el proceso descrito es uno de crecimiento y maduración hacia la piedad (vv. 2–4). Nuestra fe se pone a prueba cuando enfrentamos diversas tribulaciones y sufrimiento. Si nos mantenemos firmes en la fe, desarrollamos la perseverancia, que a su vez nos llevará eventualmente a la madurez y finalmente a la plenitud o perfección cristiana (Mateo 5:48).

Este proceso no es inevitable. Debemos tomar decisiones correctas y sabias. Si nuestra fe es débil o dejamos de lado las oportunidades de crecimiento, el proceso de aprendizaje se detiene. Si lo consideramos una dificultad, simplemente intentaremos escapar del proceso. Solo considerándolo “sumo gozo” podemos aceptar las pruebas y tribulaciones como lecciones dadas y dirigidas por Dios para nuestro bien. Al hacerlo, seguimos el ejemplo de Cristo mismo: “mediante el sufrimiento aprendió a obedecer” (Hebreos 5:8). El aprendizaje en este sentido es experiencial, es decir, solo puede suceder en la acción.

Solo podemos tomar decisiones sabias, aprender las lecciones de Dios para nosotros y crecer en nuestra fe con Su ayuda (Santiago 1:5–8). El Señor está dispuesto a brindar sabiduría con generosidad, pero debemos pedir con fe: firmes sobre nuestra Roca, no llevados por el viento (véase el 9 de enero). La evidencia de nuestro aprendizaje estará en los resultados. Si nos mantenemos firmes y perseverantes, nuestro crecimiento y madurez se verán claramente, no para nuestro crédito, sino para la gloria de Dios.

• ¿Empezaste un diario de aprendizaje este mes? Si no es así, nunca es demasiado tarde. Un diario es una excelente manera de mantener un registro personal de lo que Dios te está enseñando sobre la vida, Su Palabra y Él mismo.