This site uses cookies to provide you with more responsive and personalized service and to collect certain information about your use of the site. You can change your cookie settings through your browser. If you continue without changing your settings, you agree to our use of cookies. See our Privacy Policy for more information.
31 de diciembre del 2021 | Efesios 1:3–14
Tenemos un video familiar que siempre disfruto viendo. Es de mi hija mayor cuando tenía unos seis años abriendo un regalo de Navidad. Recibió un animal de peluche que había estado esperando durante algún tiempo. Cuando lo abrió, lo abrazó y bailó por toda la habitación.
¡Diciendo gracias!" Su gratitud fue espontánea, exuberante y genuina.
Este mes hemos estado reflexionando sobre los muchos dones que hemos recibido a través de la venida de Jesucristo. Hemos analizado las formas en que Dios ha cumplido Sus promesas. Hemos considerado las formas en las que el amor de Dios se manifestó a través de Cristo. Celebramos el hecho de haber sido adoptados en una nueva familia. Y nos regocijamos de que Dios nos haya dado un propósito que cumplir.
¡La respuesta apropiada a todo esto es estar llena de agradecimiento exuberante y genuino! En la lectura de hoy, Pablo estalla en gratitud por lo que Dios ha hecho: “Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en el reino celestial con toda bendición espiritual en Cristo” (v. 3). Ese versículo resume bastante bien el estudio de nuestro mes.
Cada bendición que disfrutamos proviene de Dios. Él nos eligió (v. 3). Él “nos predestinó para ser adoptados como hijos” (v. 5). Él nos redimió (v. 7). Nos colmó de gracia (v. 8). Nos reveló el "misterio de su voluntad" (v. 9). Nos ha dado el Espíritu Santo (v. 13). Todos estos beneficios y más han venido a nosotros debido a la persona y obra de Jesucristo.
Estas bendiciones nos fueron dadas no solo para nuestro disfrute, sino para que estemos equipados para participar en la misión de Dios en el mundo mientras esperamos nuestra herencia eterna (v. 14).
|
|
|
|
POR RYAN COOK |
|
Ryan Cook es profesor asociado de Antiguo Testamento y Hebreo en Moody Theological Seminary. Ha trabajado en el campo de la educación cristiana y fue pastor en Michigan durante siete años. Ryan, su esposa Ashley y sus tres hijos residen en el noroeste de Indiana.
|