El Cristianismo, en esencia, presenta a un Dios que se ha dado a conocer y que anhela una relación personal con cada ser humano. La Biblia, Palabra de Dios, da cuenta de ese anhelo divino y la necesidad humana. Es posible tener una relación con Dios a través de Jesucristo.

ESTÁS SEPARADO DE DIOS

La mayoría de nosotros nos consideramos “buenas personas”. Incluso cuando reconocemos nuestras fallas, las disculpamos comparándolas con las faltas de otros. La Biblia, sin embargo, afirma que tú eres pecador y que la raíz de ese mal no es externa. Es resultado de un corazón distanciado de Dios. Lamentablemente, la ausencia de Dios, fuente de la vida, implica la muerte. Es por eso que en nuestro estado natural, sin Cristo, los seres humanos estamos condenados a una eternidad sin Dios.

DIOS TE AMA

Dios es Santo, Justicia y Amor. Es por su santidad que no tolera la maldad. Es por su justicia que eres responsable del mal que haces. Es por su amor, increible e incondicional, que Dios insiste en salvarte. Con su vida, Jesucristo alcanza la santidad de Dios. Con su muerte, Cristo satisface la justicia de Dios. Con su resurrección, Jesús prueba que su vida y su muerte te reconcilian efectivamente con Dios. Dios, a través de Jesucristo, se acerca a ti ofreciendote perdón, restauración y vida eterna. Dios ha revelado su amor por ti.

JESUCRISTO TE LLEVA A DIOS

Jesucristo, el Hijo de Dios, puede substituirte cargando en si mismo tu culpa. Solo en Jesucristo encuentras el perdón y restauración por tus pecados y la posibilidad de tener una nueva vida, abundante y eterna. Tu vida será transformada de forma increible bajo la guía y poder del Espíritu Santo. Tu corazón irá cambiando a medida que conozcas más de Dios y de Jesucristo por medio de la Biblia, Palabra de Dios. Experimentarás la compañía, ayuda y guía de otros que, como tú, también ponen su confianza en Jesucristo.

CONFÍA EN JESUCRISTO

Ahora te toca a ti responder. Los seres humanos entendemos bien que no existe una verdadera relación de amor si no hay entrega mutua y recíproca. Dios y tú saben que tus mejores esfuerzos morales no sirven. Prometer “ser mejor” o “portarse bien” o “no volver a pecar” tampoco sirve. Solo depositando tu confianza total y absoluta en lo que Jesucristo hizo en tu favor, obtendrás salvación y vida eterna. Dios quiere que pongas tu fe en Jesucristo y no en tus propios esfuerzos morales, por muy buenos que estos sean.

QUE DEBES HACER