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19 de Junio del 2022 | Marcos 2:13–17
El jugador de fútbol del Salón de la Fama de los Cuervos de Baltimore, Ray Lewis, tuvo altibajos tanto dentro como fuera del campo. Ganó Supertazones y premios, pero también fue acusado de cargos de asesinato y asalto agravado. A pesar de todo, Lewis se dio cuenta de que necesitaba a Jesús, “Es simple”, dice Lewis, “si Dios es por ti, quién contra ti”. La transformación en la vida de Lewis fue sorprendente para quienes lo rodeaban. Me imagino que, en varias ocasiones en nuestro texto de hoy, la gente se escandalizó de aquellos que se volvieron y siguieron a Jesús.
Para empezar, Jesús invitó a un recaudador de impuestos llamado Leví a seguirlo (v. 14). Hasta ahora, las personas que lo seguían eran pescadores, agricultores y otros que trabajaban con sus manos. Sí, eran pecadores, pero al menos podían recostar la cabeza en la noche y decir: “Dios, sé que soy malo, pero al menos no soy recaudador de impuestos”.
Imagínate su sorpresa cuando Leví, cuya profesión le dio una reputación horrible, no solo siguió a Jesús, sino que decidió organizar una cena con “muchos recaudadores de impuestos y pecadores” (vv. 14–15). Los fariseos no invitados pasaban convenientemente por la casa de Levi y vieron a Jesús. ¡Estaban horrorizados (v. 16)! La respuesta de Jesús les dice a los fariseos que estas son las mismas personas que necesitan una segunda oportunidad. Estas personas, que muchos consideraban marginados sociales, eran la razón por la que Él había venido (v. 17).
Jesús vino por lo inesperado y quería que ellos hicieran lo inesperado. A los fariseos les costaba imaginar que Dios amaba a los recaudadores de impuestos y a los pecadores, a gente como tú y como yo. ¡Pero así es! Como respuesta, también debemos hacer lo inesperado, dejar nuestro pasado pecaminoso y seguirlo.
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POR EL DR. CHRIS RAPPAZINI |
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El Dr. Chris Rappazini es profesor asociado y director de los programas de licenciatura y postgrado en Estudios Pastorales del Instituto Bíblico Moody y del Seminario Teológico Moody. Es el vicepresidente de la Sociedad Evangélica de Homilética. Con anterioridad, fue ministro asociado para la predicación y enseñanza de Southside Christian Church en Spokane, Washington. Chris, su esposa Ashley y sus tres hijos residen en el noroeste de Indiana. |