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12 de Junio del 2022 | Jonás 3:1–10
¿Qué tienen en común Las Vegas, Hong Kong, Londres e incluso tu ciudad natal? Todas son ciudades llenas de personas que necesitan a Dios, aunque no lo admitan. Sin embargo, eso no impedirá que Dios envíe mensajeros con el evangelio. Eso es lo que hizo por Nínive.
Nínive tenía una reputación, ¡y no era buena! El profeta Nahúm nos dice que Nínive concibió planes malvados contra Dios, explotó a los indefensos, cometió crímenes de guerra y fomentó la idolatría, la prostitución y la brujería. No sorprende que Jonás creció odiando a los ninivitas y ahora temía por su vida cuando Dios le ordenó que fuera a testificarles. Pero después de que Dios lo salvó de ahogarse y él decidió obedecer, Dios también les dio a los ninivitas una segunda oportunidad (vv. 1–3).
Lo más probable es que las palabras de Jonás registradas en el versículo cuatro fueran el resumen de su mensaje a los ninivitas. Hizo hincapié en que Nínive sería “destruida” si no se arrepentían, como sucedió con Sodoma y Gomorra (Génesis 19:25). ¡Su respuesta a la palabra de Dios fue asombrosa! Creyeron en Dios y pusieron en acción su arrepentimiento ayunando y cubriéndose. El versículo cinco informa al lector que este gran momento de despertar comenzó con el pueblo y finalmente llegó hasta el rey. Luego, el rey emitió un mandato en toda la ciudad para que todos se apartaran de sus malos caminos (vv. 6–9). La misericordia de Dios se manifestó nuevamente, y momentáneamente contuvo Su ira y juicio sobre los ninivitas (v. 10).
Cuando obedecemos la palabra de Dios y compartimos lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, podemos sorprendernos de cómo responderá la gente. En cuestión de días, Dios le dio una segunda oportunidad a un profeta descarriado y a una ciudad descarriada. No subestimes cómo Dios podría usarte.
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POR EL DR. CHRIS RAPPAZINI |
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El Dr. Chris Rappazini es profesor asociado y director de los programas de licenciatura y postgrado en Estudios Pastorales del Instituto Bíblico Moody y del Seminario Teológico Moody. Es el vicepresidente de la Sociedad Evangélica de Homilética. Con anterioridad, fue ministro asociado para la predicación y enseñanza de Southside Christian Church en Spokane, Washington. Chris, su esposa Ashley y sus tres hijos residen en el noroeste de Indiana. |